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¡No me falta aire!

OBSERVACIONES SOBRE LA TÉCNICA DE RESPIRACIÓN EN LOS INSTRUMENTOS DE DOBLE CAÑA

Todos los instrumentos de doble caña tienen en común su embocadura con una abertura relativamente pequeña. Esto conlleva ventajas e inconvenientes.

Las ventajas de estas dimensiones relativamente pequeñas de la embocadura son las siguientes:

pueden tocar sin interrupción pasajes largos. Los inconvenientes:

Es por lo tanto, muy importante que pongamos la mayor atención a una correcta técnica de respiración desde la 1ª lección. Así, la mayoría de los métodos de estudio comienzan por notas largas y tenidas, a fin de ir aprendiendo la técnica de respiración. Al principio, es habitual marcar en la partitura los signos de respiración, y hacer que el alumno realmente respire donde esté indicado.

La introducción de la caña en la boca permite tocar durante un largo tiempo sin volver a respirar, porque no se expulsa completamente la reserva de aire de los pulmones.

En un instrumento de viento, naturalmente, la respiración correcta es uno de los factores más importante.

Existen 2 tipos de respiración: la torácica y la abdominal.

La respiración torácica es la más frecuente. Es la que se realiza al hablar, al caminar, etc.; mientras que la abdominal es la de los actos reflejos (la de los bostezos, por ejemplo).

La respiración más natural del hombre (aunque no lo parezca) es la respiración abdominal: no hay más que observar cómo respiran los niños recién nacidos u observar a la mayoría de las personas cuando duermen. La respiración torácica es la que el hombre ha desarrollado después, debido sobre todo, a su posición bípeda. La respiración torácica consiste en llenar de aire la parte superior de los pulmones en la inspiración. Para los instrumentistas de viento no es la ideal, puesto que lo que suele ocurrir es que, al llenar la parte superior de los pulmones levantamos el tórax, restringiendo la cantidad y la libertad del aire al salir. La respiración abdominal consiste en llenar de aire la parte inferior de los pulmones, con la ventaja que supone el hecho de que, después si se quiere, se pueden llenar del todo; es decir, para llenar los pulmones hay que empezar de abajo arriba y no al revés. Otra ventaja, la más empleada, es que si se llena de aire sólo la parte inferior de los pulmones el recorrido del aire es mayor y puede conseguirse con ello más potencia de sonido. Naturalmente, tiene que haber un resorte que empuje a los pulmones hacia arriba para que el aire salga con la presión adecuada para cada nota. Este resorte lo conforman los músculos abdominales (oblicuo mayor, pequeño oblicuo, transverso y recto del abdomen) que empujan al diafragma. Así pues, de lo que se trata es de educar a esos músculos para que trabajen. Tienen que desarrollar fuerza. Existen muchos ejercicios para conseguir esto. Se deben realizar siempre lentamente. En base, se pueden consultar libros sobre la técnica del Yoga. Como norma, es mejor empezar estos ejercicios tumbado, puesto que resulta más fácil, respirando siempre por la nariz y empleando el mismo tiempo en la inspiración que en la espiración. No obstante, lo más importante es traer la respiración natural inconsciente a la consciencia, y sobre todo animar siempre al alumno haciéndole caer en la cuenta de que de hecho realiza muchas veces esa respiración sin caer en la cuenta de que lo hace.

A continuación, un tratado (el mejor que conozco) sobre respiración para músicos:

¡No me falta aire! es su título, y es una traducción - adaptación de nuestro colega oboista Jon Berruezo

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